Nueva Era Política en Colombia: retos del gobierno Petro

“Cambio por la vida” y “Vivir sabroso” fueron los dos lemas de campaña con los que hoy Gustavo Petro se alza como primer presidente progresista de Colombia y Francia Márquez como la primera vicepresidenta afrocolombiana de nuestro país, siendo además el primer gobierno de tendencia centroizquierda del siglo XXI en Colombia, con el programa de gobierno denominado ‘Colombia, potencia mundial de la vida’. Retos, los tiene todos, en todos los frentes y materias que se puedan analizar, por lo que su toma de decisiones será la que determine el futuro de nuestro país.

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Una nueva era política colombiana

Elección de Gustavo Petro y Francia Márquez

La segunda vuelta presidencial del domingo 19 de junio, disputada entre Gustavo Petro del Pacto Histórico y Rodolfo Hernández de la Liga de Gobernantes, dio como ganadores definitivos en la lucha presidencial a Gustavo Petro y Francia Márquez para el período 2022-2026, con el 50.4% de los votos.

Su elección marca varios hitos en la historia reciente de Colombia, siendo el primer gobierno progresista en nuestro país y el primero de tendencia centroizquierda del siglo XXI en Colombia, logrando además la más alta votación en las elecciones presidenciales, con un total de 11.280.925 votos y llevando a Francia Márquez a ser la segunda mujer en ser designada vicepresidenta, aunque la primera de origen afrocolombiano.

 

¿Un camino fácil para el nuevo gobierno?

Pese a romper varios paradigmas en Colombia, el mandato de Petro y Márquez no será un camino sencillo: el ‘Estudio de percepción sobre violencias cotidianas en Colombia’, realizado por la Universidad del Rosario, la Casa Editorial El Tiempo, la firma Cifras y Conceptos y la fundación alemana Konrad Adenauer Stiftung (allegada a la Unión Demócrata Cristiana – CDU), señaló que el 77% de los encuestados votaría en los comicios presidenciales, pese a no sentirse representados por los candidatos en contienda.

El estudio sostiene que el 48% de los colombianos no se siente representado por los candidatos presidenciales a segunda vuelta. “Pese a no sentirse representados, el 77% de los encuestados indicó que votará, mientras que el otro 23% no va a sufragar”, señaló durante la presentación de los resultados Alejandro Cheyne, rector de la Universidad del Rosario.

Cheyne aseguró que del informe se infiere que el 73% de los encuestados manifestó estar convencido de que su candidato era el mejor, aunque un 27% sufragaría en contra del otro contendor. Y al analizar esa información por ideología política, se evidenciaría un convencimiento frente al candidato de su elección en orden del 89% para la izquierda, un 70% de centro y un 64% de derecha. En cuanto al voto “en contra”, el 36% de los encuestados de derecha manifestaron que votarían en contra de un candidato, el centro un 30% y la izquierda solo un 11%, escenario que plantea una diversidad electoral que, dependiendo de las actuaciones del nuevo mandatario, podrían jugarle a favor o en contra.

 

Gobierno Petro: una reñida elección

De hecho, los resultados electorales tras la presentación de los resultados definitivos por parte de la Registraduría Nacional del Estado Civil, que indican que votaron 22.640.095 ciudadanos, equivalente al 58% del total del censo, evidencian una situación excepcional: la segunda vuelta registró el índice más bajo de abstención en los últimos 24 años, un inédito hecho que no sucedía desde 1998, en el que se disputaron la presidencia los candidatos Horacio Serpa y Andrés Pastrana, quien resultó electo.

El voto en blanco también tuvo una dramática reducción, hecho que también sorprendió al marcar el porcentaje más bajo de los últimos 20 años para una segunda vuelta presidencial, obteniendo tan sólo 501.700 sufragios, equivalentes al 2.24%. Y destacó otro hecho, en el que, pese al temor difundido y las fuertes medidas de seguridad previstas, producto de varias alertas a lo largo y ancho del territorio nacional, la jornada transcurrió con una generalizada tranquilidad.

 

Inicio de la nueva era política colombiana: la posesión presidencial

La transmisión del mando presidencial en Colombia del 7 de agosto ha convocado a los ciudadanos a las principales plazas y calles del centro de Bogotá, en siete escenarios ubicados alrededor de la Plaza de Bolívar en la Capital de la República, enmarcado por agenda cultural que contará con la presentación de 70 agrupaciones artísticas provenientes de distintas regiones del país, para dar inicio “a un gobierno progresista, incluyente, diverso, generador de oportunidades; un gobierno que garantizará la vida y el progreso económico con justicia social y ambiental”.

“La transmisión de mando del electo presidente Gustavo Francisco Petro Urrego para el periodo constitucional 2022-2026, tiene un sello innovador y progresista que invita a reconocer las potencialidades de Colombia, a la participación ciudadana y a la cultura como herramienta de cohesión para construir un mejor país y hacer de Colombia potencia mundial de la vida” y mediante liderazgos y exponentes de la multiculturalidad, pluriétnia y diversidad colombiana “se busca enviar un mensaje de la importancia de todos los territorios y comunidades, de esperanza y alegría a todos los rincones del país”.

 

Nueva Gobernanza política en Colombia

Retos del gobierno Petro

Son muchos los retos que deberá afrontar el nuevo mandatario Gustavo Petro: a nivel general, será establecer las bases del Plan Nacional de Desarrollo y sortear la discusión del documento que será puesta a consideración del Congreso de la República, el cual le dará las bases de su gobierno; mitigar los índices de corrupción estatal; generar nuevos lineamientos para el control fiscal estatal; y mantener una buena relación con los medios de comunicación.

En materia de seguridad nacional, deberá establecer políticas públicas tendientes a mitigar los altos niveles de desigualdad; impulsar el acuerdo de paz con la guerrilla del ELN, dialogar con las disidencias de las FARC, luchar contra las bandas criminales, establecer los lineamientos de la política antidrogas y aumentar los índices de seguridad en las ciudades y el campo colombiano; crear el Ministerio de la Igualdad; y tramitar la reforma a la Justicia.

En el campo internacional, mejorar la percepción internacional de Colombia; establecer un manejo prudente y equilibrado de las relaciones diplomáticas con Estados Unidos, Rusia, China y Europa, principalmente, así como con los vecinos; y abrir la frontera con Venezuela y reestablecer las relaciones diplomáticas con el gobierno de Nicolás Maduro.

En materia económica, financiera y fiscal, su gobierno deberá tramitar exitosamente la nueva reforma tributaria; sanear las finanzas públicas; mitigar las tasas de deuda externa; renegociar con éxito el TLC; aumentar la balanza comercial; ajustar la política de vivienda y subsidios para la adquisición de inmuebles para las poblaciones más vulnerables; mitigar los altos precios de los insumos que amenazan el sector de la construcción en Colombia; y desarrollar nuevos proyectos de infraestructura y movilidad en todo el país.

En el campo profesional, laboral y educativo, tendrá como retos disminuir las tasas de desempleo, mitigar el empleo informal y consolidar las normas para la generación de plataformas de emprendimiento; mejorar la calidad de la educación; brindar seguridad jurídica a los participantes de la minería y acabar con las prácticas ilegales; y generar el salto tecnológico, de conectividad digital el desarrollo de nuevas tecnologías para poner a Colombia al nivel de los países de la OCDE.

En materia ambiental y fitosanitaria, su lucha se centrará en luchar contra el fracking y la aspersión aérea con glifosato; impulsar la reforma agraria y generar mejores condiciones al campesinado colombiano; generar las condiciones propicias para transformar el esquema de salud de EPS e IPS al modelo público propuesto; y continuar la lucha contra la pandemia del Covid-19.

Finalmente, en lo relacionados con los sectores cultural, tecnológico, turístico y deportivo, tendrá como reto consolidar los espacios de memoria histórica; la sostenibilidad y desarrollo del sistema cultural; la integración del patrimonio cultural; la articulación institucional de la cultura con los programas sectoriales; el apalancamiento financiero de proyectos de investigación e innovación tecnológica; la plena reactivación del turismo en el país; y el fortalecimiento de la profesionalización de las actividades deportivas en Colombia.

 

Relación del gobierno Petro con el Legislativo

El jurista y exfiscal Alfonso Gómez Méndez ha señalado que el concepto de ‘gobernabilidad’ se asocia a construir mayorías parlamentarias, entendido “como los presupuestos políticos y de sectores sociales, que le permiten a un jefe de Estado manejar sin tantos sobresaltos el aparato estatal y cumplir con un plan de gobierno”, permitiéndole al mandatario de turno facilitar las relaciones con el Legislativo y labor parlamentaria, sin afectar la independencia del Ejecutivo o del Congreso, ni entregarle algún tipo de prebendas a cambio de la aprobación de las reformas propuestas.

 

Así las cosas, el gobierno Petro tendrá el reto de gobernar sin mayores sobresaltos en sus relaciones con los diferentes partidos políticos con asiento en el Congreso de la República, buena parte de ellos que le han mostrado sus intenciones de acompañarlo durante su mandato, para que los proyectos que pretende radicar salgan adelante y le permitan un éxito en su gestión como mandatario.

Gobernaría con el Pacto Histórico (partido oficial del nuevo gobierno), la Coalición Centro Esperanza (conformada por el Partido Alianza Verde, la Alianza Social Independiente y el partido Colombia Renaciente), el Partido Comunes, el Partido de la U, las curules indígenas y buena parte de los partidos Liberal y Conservador. Respecto de la oposición, estaría conformada únicamente por el Centro Democrático, ya que los partidos Colombia Justa Libres, el Partido Político MIRA y la Liga de Gobernantes Anticorrupción se declararon en independencia, siendo los únicos que no se adhirieron a su mandato y con la espera de la definición de la postura partidista de Cambio Radical.

 

Relación del gobierno Petro con las Altas Cortes

En el caso particular de la Corte Constitucional, la Corte Suprema de Justicia y el Consejo de Estado, su rol tendrá que seguir siendo el de la revisión de las actuaciones estatales en el marco constitucional y como garante de la aplicación de la ordinaria y contencioso-administrativa. En cuanto al Tribunal Constitucional, en entrevista para la BBC de Londres, la docente de Ciencia Política de la Universidad del Rosario, Sandra Botero señaló que el diseño de la Corte Constitucional es una garantía y “juega un rol muy importante en mantener el control frente al Ejecutivo”.

Botero aseguró que “en términos institucionales están los que contempla nuestra Constitución, en particular el (contrapeso) que en Colombia funciona de forma más eficiente para controlar a los presidentes es la Corte Constitucional”, por lo que Petro “entra con una Corte Constitucional que no controla completamente”.

La docente sostuvo que durante su periodo, Petro podrá nominar a dos magistrados que completarán su periodo, de un total de nueve, por lo que al menos siete de los togados serán completamente independientes, lo que le traerá un reto frente a su propuesta de la declaratoria de la emergencia económica que le conferiría poderes excepcionales, que no podría hacerlo sin la aprobación de la Corte Constitucional.

 

Relación del gobierno Petro con las Fuerzas Militares

Como Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas, Gustavo Petro tendrá otro gran desafío: tener una relación armoniosa con una institución que “a menudo lo ha interpretado como un enemigo por su condición de político de izquierdas y de exguerrillero, aunque en realidad lleve más de media vida ocupando cargos públicos”.

La relación de las Fuerzas Armadas con el nuevo mandatario nacional dependerá además del rol que emprenda el jurista Iván Velásquez Gómez y que manejará su relación con los militares. En cuanto a la salida de la Policía de la cartera de Defensa, Gómez ha asegurado que “es una decisión tomada” y esta fuerza pasará a ser parte del Ministerio de Paz, Convivencia y Seguridad.

Gobierno Petro y lucha contra la corrupción estatal

Los resultados del Índice de Percepción de la Corrupción – IPC 2021 de la organización Transparencia Internacional muestran que Colombia obtiene una calificación de 39 puntos sobre 100 (en una escala en la que 0 significa corrupción muy elevada y 100 ausencia de corrupción), ubicándose en el puesto 92 entre 180 países incluidos en el estudio, que se realiza a partir del análisis de ocho fuentes que miden la percepción de analistas, académicos e inversionistas respecto de la afectación de la corrupción al aparato estatal.

El Director Ejecutivo de Transparencia por Colombia, Andrés Hernández señaló que en esta materia Colombia ha estado estancada, por lo que en ese frente el gobierno de Gustavo Petro tendrá otro gran reto. “Avanzar en esta calificación dependerá de nuestra capacidad para proteger los recursos públicos en coyunturas tan difíciles como la pandemia”, frente a esta calificación en la que desde 2012 se ha mantenido entre los 36 y los 39 puntos, y aunque durante 2020 hubo un ligero aumento de 2 puntos, la Fundación Paz & Reconciliación – Pares ha señalado que esto “realmente no representa un avance significativo”.

 

Relaciones con la sociedad

Gobierno Petro y panorama de la sociedad colombiana

Gustavo Petro recibe un país altamente polarizado, con desconfianza en las instituciones políticas, una alta inflación y un limitado margen fiscal, un muy dividido electorado y un fuerte escepticismo del mercado, por lo que tendrá como desafío el tender puentes desde las políticas públicas, macroeconómicas y sociales para generar unidad y establecer un consenso, para mitigar las posibles limitaciones que se puedan generar para que ejecute su programa de gobierno.

 

Relación del gobierno Petro con los empresarios y el sector productivo nacional

Como actores negociadores y propositivos de las crisis pasadas, los empresarios tienen el reto de engranar su actividad de desarrollo de país con el gobierno Petro para superar buena parte de los desafíos que deberán sortear en los próximos cuatro años, a fin de continuar cumpliendo su labor de generadores de empleo y constructores de nuevas oportunidades para toda la sociedad colombiana.

Desde Asobancaria se a la sociedad colombiana a dejar atrás la polarización y reiteró su disposición de “mantener un diálogo para contribuir en la construcción de políticas económicas y sociales”. Camacol expresó su disposición “de sumar acciones que contribuyan a seguir construyendo el país y ayuden al fortalecimiento de la nación”, destacó que “la acción empresarial ha sido eje fundamental del desarrollo social, económico y regional de Colombia” e indicó que “la construcción de confianza público-privada debe seguir siendo el motor de avance social y el desarrollo de Colombia”.

En medio del “momento trascendental” que “atraviesa nuestro país”, Confecámaras expuso que “necesitamos trabajar decididamente para superar las brechas en materia de pobreza y desigualdad y al mismo tiempo combatir frontalmente la corrupción”. La Asociación Nacional de Empresarios de Colombia – ANDI sostuvo que “el gobierno liderado por Gustavo Petro podrá esperar de los empresarios y la Asociación una actitud constructiva, propositiva y de crítica transparente cuando haya lugar, pero sobre todo, siempre a una colectividad bien intencionada”. Y la Federación Nacional de Comerciantes Empresarios - FENALCO le hizo un llamado a trabajar “uniendo al país bajo el marco de la Constitución y las leyes, así como de las libertades económicas, tanto colectivas como individuales”.

 

Medios de comunicación

Como generadores y replicadores de información, la cordial relación entre medios de comunicación y el gobierno Petro será un factor clave para el buen desarrollo de las actividades del país, en todos los frentes. Los medios debemos limitarnos a la hora de presentar abiertamente nuestras posturas políticas y optar por la imparcialidad en los debates estructurales sobre la realidad nacional, que en el marco de la libertad de prensa y la prohibición de la censura, recordemos nuestra responsabilidad social como actores constructores de opinión pública.

Este acto debe ser retroactivo desde el gobierno y desde el mandatario hasta los voceros oficiales de las diferentes carteras, superintendencias, departamentos administrativos y demás organismos ejecutivos, se debe fomentar un diálogo abierto y respetuoso hacia la prensa, para tender puentes que aporten a la paz del país.

De cumplir sus compromisos pactados con los medios de comunicación, el gobierno de Gustavo Petro fortalecerá el rol de los medios de comunicación con tres ejes centrales, repartiendo el presupuesto que se dedica a las campañas publicitarias en los medios de comunicación tradicionales, el canal público y la prensa alternativa.

 

Relaciones sociales

A todo el andamiaje estatal y las relaciones empresariales, militares y periodísticas, tendrá que sumársele la relación con el electorado, los opositores y la sociedad en general, con un manejo efectivo de las políticas públicas y en el marco de un discurso apropiado y respetuoso, para evitar protestas sociales que desencadenen en más hechos de violencia social como los vividos a lo largo de la historia nacional.

Evidentemente, no se trata de minimizar los errores que desde algún sector se puedan cometer ni desconocer los canales de justicia existentes en Colombia frente a la comisión de delitos; se trata precisamente de utilizar correctamente los canales existentes en el ordenamiento jurídico colombiano y propender por una sana convivencia social, en el marco del cumplimiento de los deberes y la aplicación de los derechos con los que como seres humanos contamos todos los ciudadanos colombianos.

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REVISTA DEBATE ESTRATÉGICO SIGLO XXI

Asuntos Públicos & Corporativos