Sistemas de Movilidad en Bogotá-Cundinamarca: desafíos de TransMilenio, el Metro y RegioTram

 Bogotá tiene una alta expectativa con la construcción de nuevas obras de infraestructura vial que pretenden mejorar el caótico tráfico interno del Distrito Capital, movilizar a sus más de 7 millones de habitantes y generar una exitosa conexión con los municipios circunvecinos del departamento de Cundinamarca.


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Son varias las megaobras que pretenden cambiarle la cara a la movilidad de Bogotá y conectarse con varios municipios del departamento de Cundinamarca que a diario requieren movilizarse hacia el Distrito Capital. En la Revista ‘Debate Estratégico Siglo XXI - Asuntos Públicos & Corporativos’ hacemos un análisis de estos Sistemas.

 

Proyecciones de Movilidad y Sistemas TransMilenio y Metro de Bogotá

 

Análisis de la Movilidad en Bogotá

 

La Capital de la República encabezó la lista de las ciudades más afectadas por la congestión del tráfico con un porcentaje negativo de 31% de horas interanuales perdidas desde 2019, lo que se traduce en el hecho que los conductores de la Ciudad pierdan hasta 133 horas al año.

 

En la Capital Colombiana se realizan 12.7 millones de viajes diarios de pasajeros, la mitad de esa cifra correspondiente al transporte público (TransMilenio, alimentadores, buses del Sistema Integrado ‘SITP’ y urbanos y taxis), el 25% en bicicleta o a pie y el restante en vehículos particulares.

 

Nuevos desarrollos viales

 

Las soluciones de movilidad hoy contemplan la adecuación y construcción de cerca de 45 megaobras viales, la adjudicación de los accesos Norte y ALO Sur, con la ampliación del Sistema TransMilenio entre las calles 192 y 235 y la construcción del Portal El Vínculo Maiporé en el municipio de Soacha.

 

Por otra parte, respecto del sistema TransMilenio, se contempla la construcción de la troncal Avenida 68, que se encuentra en un porcentaje de avance del 5% y la definición de los procesos licitatorios de las avenidas Boyacá y Ciudad de Cali -desde las Américas hasta la localidad de Suba.

 

Importancia estratégica de la Primera línea del Metro de Bogotá

 

Una de las megaobras más ambiciosas del País es sin duda el Metro de Bogotá, que se proyecta tenga una primera línea de 23,9 kilómetros, siendo una de las más extensas del continente, con un recorrido desde el Portal Américas por las avenidas Villavicencio, Primero de Mayo y Caracas hasta la Calle 72.

 

El trazado del metro aéreo es producto de los estudios realizados en 2010. Se construirán 16 estaciones con base en un modelo descentralizado, sobre terrenos de origen privado sin reducir el espacio público, 10 de ellas integradas con al Sistema TransMilenio, 28 edificios de acceso y varias plataformas de embarque.

 

Con esta megaobra se espera que se movilizarán 72.000 pasajeros hora/sentido, para un total de más de un millón de al día, con una zona de influencia de 78 barrios en nueve localidades y se estima que tendrá un costo de alrededor de los 12 billones de pesos.

 

Segunda línea subterránea del Metro de Bogotá

 

En cuanto a la segunda línea, el Metro tendrá una extensión de 16 kilómetros, conectará la primera línea e irá desde la calle 72 con Caracas, con un recorrido sobre la Avenidas Ciudad de Cali y ALO hasta el sector de Fontanar del Río en la calle 145 de Suba.

 

La Empresa Metro de Bogotá y la Financiera de Desarrollo Nacional suscribieron el contrato interadministrativo para realizar la estructuración integral del proyecto, que tendrá 11 estaciones y un patio taller de al menos 20 hectáreas, de acuerdo con lo previsto en el previsto en el Plan de Desarrollo Distrital 2020-2024.

 

Esta nueva línea espera ofrecer una solución de movilidad a 2 millones de personas en el occidente de la Ciudad, afectado por la congestión a raíz de la rápida expansión de la ciudad y la alta demanda de transporte público, con un costo aproximado a los 74.000 millones de pesos.

 

Sistema Integrado de Transporte Bogotá-Cundinamarca

 

Bajo la modalidad del Sistema Tren-Tram, Regiotram de Occidente es la obra más ambiciosa que tiene en este momento la Sabana de Bogotá y que tendrá la intervención de los gobiernos Nacional, departamental y distrital, para lograr a 2023 implementar el proyecto ‘Sistema Integrado de Transporte Regional’.


 

Regiotram promete disminuir de 3 horas a tan sólo 48 minutos el recorrido entre Facatativá y el Centro de Bogotá y beneficiar a 11 millones de personas de los también vecinos municipios de Funza, Madrid, Mosquera, con una velocidad promedio de 110km/h, con un trayecto de 44.7 kilómetros.

 

La megaobra tendrá 20 estaciones, 6 ubicadas en los municipios de la Sabana, 12 en Bogotá, con una conexión en la estación Calle 26 con el actual sistema TransMilenio y el futuro y dos más en los terminales aéreos ElDorado 1 y el futuro Aeropuerto ElDorado 2.

 

El proyecto, que también fue declarado de importancia estratégica, será financiado mediante vigencias futuras excepcionales, distribuidas entre la Nación y el departamento de Cundinamarca, con el aval del CONFIS y la Gobernación Departamental para 2017, y tendrá un costo total aproximado a los 850 millones de dólares.

 

Apropiación de los proyectos Metro y TransMilenio

 

Construcción de una narrativa social

 

La Revista ‘Debate Estratégico Siglo XXI - Asuntos Públicos & Corporativos’ dialogó con el Politólogo de la Universidad Nacional de Colombia y Máster en Comunicación y Marketing Político de la Universidad de Alcalá y el Centro de Estudios Superiores de Comunicación y Marketing Político – Cescompol de Madrid, Sebastián Ruda Gallego.

 

Ruda Gallego considera que, en términos de infraestructura y movilidad masiva, “en los proyectos de alto impacto es necesario comprender que la construcción narrativa con la cual se vinculan habitantes de los espacios y de la Ciudad en general, determina en gran medida el ambiente de la opinión pública alrededor del mismo”.

 

Según el Magister, estos proyectos requieren una alineación estratégica en la cual todos los sectores y ciudadanos conversen, se vinculen y apropien del proyecto, ya que de no suceder esto, “serán más los retos y los obstáculos a los que se enfrentará la planeación y la ejecución del proyecto mismo”.

 

Pertenencia de los proyectos en Bogotá y Cundinamarca

 

Ruda Gallego indicó que es fundamental generar sentido de pertenencia, sensación de esperanza y de triunfo y de participar alrededor del proyecto, así como motivar la generación de opinión pública alrededor de todos estos megaproyectos que incidirán directamente en la vida de todos los habitantes de la región Bogotá-Cundinamarca.

 


“Es indispensable que se gesten mecanismos ‘Top-Down’ y ‘Bottom-Up’, es decir, desde los medios de comunicación masivos y las instituciones y también desde los territorios, bases sociales y actores de diferentes niveles del proyecto, tanto quien planea como a quién impacta”, para robustecer la discusión y la opinión pública.

 

Este alineación, sostiene, permitirá que el proyecto sea unificador y que los habitantes toleren de mejor manera el impacto negativo inevitable que traerá un proyecto de esta dimensión, tales como cierres viales intermitentes, ruido por las construcciones, desplazamientos, cambios en las rutas habituales de transporte, entre otros.

 

“Cabe destacar que, en la construcción de un Metro, deben contarse muchas historias que converjan, unifiquen, impacten y movilicen positivamente una ciudad como Bogotá, la cual es profundamente fragmentada socialmente, algo como lo que se logró en Medellín alrededor de la Cultura Metro”, expone Ruda Gallego.

 

Análisis contractual: Metro y TransMilenio de Bogotá

 

Proyecciones fiscales e impactos de TransMilenio

 

El Sistema Transmilenio pretende extenderse hacia la calle 235 al norte de Bogotá y en el sur lograr las fases II y III hasta el municipio de Soacha. Sin embargo, existe una preocupación que surgió en el marco de las afectaciones producto de las protestas en el marco del Paro Nacional.

 

La dirección de Futuro del Empleo y Desarrollo Económico de la Fundación para el progreso de la Región Capital – ProBogotá señaló en mayo pasado que los ingresos del Sistema TransMilenio para 2020 cayeron un 48% con respecto al año 2019, donde el déficit ya era de 892.000 millones de pesos.

 

Sobre este déficit fiscal que se consolida en 2,1 billones de pesos, Ruda Gallego sostuvo que “este aspecto se manifestó en todos los proyectos adjudicados y empresas actuales del país lo que, por supuesto generó tanto incremento en los gastos como la materialización de riesgos asociados a los contratos adjudicados”.

 

El Paro Nacional afectó a todos los sistemas de transporte masivo y en general a toda la cadena de valor existente en el mercado colombiano, ante lo que Ruda sostuvo que los sistemas de transporte, futuros emprendedores o empresas que dependen del espacio urbano, deben evaluar mecanismos de contingencia fiscal.

 

“Desde el punto de vista contractual, estos actores deben incluir estas variables en sus matrices de riesgos, incrementar el valor cuantificados en los fondos de contingencias y así blindar, al menos contractualmente y previo a la adjudicación, contratos de infraestructura social de movilidad masiva en cualquier parte del territorio nacional”.

 

Ampliación del Sistema TransMilenio

 

TransMilenio S.A. está adquiriendo los predios para la respectiva adecuación y construcción de la troncal Avenida 68 y la extensión al vecino municipio de Soacha y a la vez está sorteando las adversidades y debates para la futura construcción de las troncales sobre las avenidas Boyacá y Ciudad de Cali.

 

Ruda considera que estos proyectos se podrán materializar “ya que las líneas 1 y 2 del Metro en sus etapas de prefactibilidad y factibilidad, respectivamente, serán un soporte para expandir Transmilenio, por lo que la madurez de los estudios será lo que estime los plazos de las etapas preconstructiva y constructiva.

 

En cuanto a la construcción de las fases II y III de los sistemas TransMilenio en Soacha y RegioTram, en etapa de adquisición de predios, Ruda indicó que estos proyectos de movilidad, así como sucede en la región metropolitana de Medellín, tienen una gran probabilidad de consolidar la denominada Bogotá-Región.

 

Según Ruda, facilita la ejecución de esta apuesta que “estos proyectos hagan parte de todos los planes de desarrollo involucrados, con estudios que superan los 8 o 10 años, equivalentes a casi tres administraciones”, debido a la permeabilidad de la malla vial de TransMilenio y RegioTram en estos bordes territoriales.

 

Favorabilidad de condiciones para la materialización del proyecto Metro de Bogotá

 

Respecto del anuncio de las dos líneas del Metro de la Ciudad, Ruda expuso que, desde los aspectos técnico, jurídico y financiero, estos proyectos deben contar con unos estudios muy bien realizados, casi que a fase 3, es decir, de ingeniería de detalle por parte del estructurador.

 

“Lo anterior, hará que el concesionario acuda al menor esfuerzo en la etapa preconstructiva y que puedan tener mayor maniobra sobre aspectos como la tenencia de suelos y sus títulos, hasta la seguridad normativa para ejecutar el proyecto, sostuvo el Politólogo y Máster en Comunicación y Marketing Político.


 

“De otro lado, para garantizar que las dos líneas no se vuelvan un dolor de cabeza sino una verdadera solución de movilidad es importante entender que la etapa de estructuración debe endogenizar al máximo aspectos que puedan afectar negativamente el proyecto, tales como los estudios de movilidad peatonal y no peatonal”.

 

En el mismo sentido, Ruda señaló que los proyectos de las dos líneas del Metro de Bogotá deben “fasear de la mejor manera la etapa constructiva para reducir al máximo las externalidades negativas o daños colaterales que pudiera generar la etapa de construcción, operación y mantenimiento”.

 


Finalmente, Ruda Gallego considera que, a la par de la evaluación, ampliación, adecuación y/o construcción de los sistemas TransMilenio, Metro y Regiotram, urge para la Región contemplar la creación de otros corredores viales como la ALO o la ampliación de avenidas como principales de la Ciudad, como la Carrera Séptima.

 

“El crecimiento poblacional y del parque automotor no ha tenido un crecimiento proporcional al tamaño y capacidad de los corredores viales actuales de Bogotá. Esta necesidad fue planteada desde hace muchos años (aproximadamente desde la primera administración Peñalosa), aunque los retos en los predios de conservación ambiental son claves de considerar”, puntualizó.

 

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REVISTA DEBATE ESTRATÉGICO SIGLO XXI

Asuntos Públicos & Corporativos

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