Veracidad de información en las hojas de vida, algunas causas y efectos sobre los aspirantes, las empresas y el Estado

Marzo 23 de 2021 – Aunque de acuerdo con el Informe Nacional de Competitividad 2020-2021 del Consejo Privado de Competitividad hasta noviembre de 2020 se habían expedido 378 regulaciones de orden nacional en el marco de la emergencia provocada por la pandemia del Coronavirus Covid-19, en su mayoría encaminadas en fortalecer el aparato económico del País y mitigar los efectos de la crisis sanitaria, lo cierto es que según cifras del DANE, para el mes de enero de 2021 la tasa de desempleo nacional fue del 17.3%, que evidencia una reducción del 10.8% de la población de mujeres ocupadas y un total de 22.5% de jóvenes desempleados para el trimestre noviembre 2020 - enero 2021, aspectos entre otros, que obligan a los aspirantes a mentir o a “decir verdades a medias” en sus hojas de vida. Informe Destacado.


Fuente de Imagen: El Diario de Cantabria

Un Informe publicado en el portal ResumeLab y difundido mediante FastCompany señala que “la mayoría de los solicitantes de empleo manipulan un detalle o dos en sus currículums”. Cifras del Estudio muestran que el 36% de los encuestados afirma haber mentido en datos consignados en sus CV y otros “haber dicho mentiras a medias” o “hablar un poco de más” en cuanto a la especificidad de los cargos, la competitividad frente al cargo a aspirar o los tiempos de desempleo, lo que eleva esta cifra un 20% más. Y es que este “toque de creatividad” en algunos casos es detectado por los reclutadores o jefes de personal de las empresas contratantes.

Aunque a simple vista puede verse como un fenómeno de falta de honestidad, lo cierto es que la situación económica que ha causado la pandemia desde hace poco más de un año ha agravado el bolsillo de muchas personas en todo el mundo. En el caso colombiano, además de las cifras de desempleo, hay que resaltar que nuestro País está 10 posiciones por debajo del promedio regional en el indicador de competencia del WEF y ocupa la posición 126 entre 141 países en distorsión de la regulación sobre la competencia, de acuerdo con el Informe WEF 2019, de acuerdo con el Informe Nacional de Competitividad 2020-2021 del CPC. Y es que sus efectos son devastadores sobre la población, ya que la baja productividad y la alta informalidad amplifican los impactos de la crisis y afectan mucho más de lo esperado la recuperación de la crisis.

Según el estudio de ResumeLab “solo el 31% de los tramposos del currículum son capturados, y de estos solo el 65% no son contratados o son despedidos una vez que el empleador descubre que han contratado a un tramposo”. Pero más allá de juzgar o no a quien comete la falta, basta con revisar detalladamente algunas de las cifras en este Informe Especial que la Revista Debate Estratégico Siglo XXI ha preparado para ustedes, para ver que el mentir en los CV es muchas veces impulsado por la necesidad de conseguir un empleo más rápidamente, más en estos tiempos de pandemia y crisis. Sin embargo, aunque el 35% de los contratados logre el puesto, el presentar datos erróneos en su experiencia laboral, funciones desempeñadas, fechas de empleo, habilidades o salario y aspiraciones económicas puede incidir negativamente tanto en la empresa contratante como en el propio trabajador.

Lo anterior lleva a analizar el hecho que quizá las empresas deban ser más flexibles en los criterios de selección de personal destinados a ciertos cargos. Si bien es cierto que el ideal de una empresa es la eficiencia, la eficacia y la productividad, también lo es que las barreras que se ponen para la contratación de nuevo personal afectan negativamente en la consecución de personas que pueden tener características cercanas al empleo solicitado y que con un poco de entrenamiento puedan estar aptas para el puesto requerido, a fin de que el solicitante no deba recurrir a mentir en los datos consignados en su hoja de vida.

Fuente de Imagen: ABC Sevilla

Visto desde otro ángulo, el desaliento de una búsqueda incesante de un puesto y lo infructuoso que en muchos casos resulta ser el acceder a una oportunidad laboral ha llevado a cientos de miles de colombianos a verse aorillados a recurrir al denominado “empleo por cuenta por propia”. Y es que, en este aspecto, pese a su reducción en los últimos años, señala el CPC que la informalidad laboral sigue siendo elevada, y el autoempleo representa hoy el 51.2 % del empleo total del País, 10.5 puntos porcentuales por encima del promedio de América Latina. Lo anterior afecta fuertemente el aparato pensional y de salud colombiano, ya que el porcentaje de ocupados que no cotizan a salud ni pensión representa 62.3 % del total.

Y es que, según el Informe Nacional de Competitividad 2020-2021, aunque para el capital semilla la principal fuente es el Fondo Emprender del SENA, que en 2019 apoyó 801 empresas con un presupuesto total de $103.748 millones de pesos y esta cartera de microcrédito creció 11.8 % anual promedio entre 2010 y 2019, su participación en el volumen de la cartera total es muy reducida (en el orden del 2.7%) y el sobreendeudamiento es uno de los mayores riesgos que habrían restringido el microcrédito. Por otra parte, aunque Colombia es el segundo país con la regulación más avanzada de América Latina en materia de Fintech, a pesar de los evidentes beneficios del Factoring y el Leasing, estos instrumentos siguen siendo poco usados para financiación de pymes, con un alcance de solo alrededor de 2% de las pymes en 2019.

En ese sentido, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos – OCDE, de la Colombia hace parte formalmente desde abril de 2020, ha recomendado actualizar la legislación laboral tendiente a mitigar las altas tasas de desempleo en el País y que “Las políticas requeridas no deben conducir a medidas proteccionistas, sino al fortalecimiento de la libre competencia”. Por otra parte, el CPC ha señalado que se debe avanzar en el diseño e implementación de una reforma pensional e incrementar la cobertura del programa Colombia Mayor y Beneficios Económicos Periódicos (BEPS), situaciones que se derivan directamente del hecho que las empresas permitan mayor acceso a los colombianos desempleados, que estos se preocupen por mejorar sus índices educativos y calidad académica y el Estado Colombiano fortalezca sus políticas en materia de Emprendimiento.

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REVISTA DEBATE ESTRATÉGICO SIGLO XXI
Asuntos Públicos & Corporativos

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