Una verdadera turbulencia causó la filtración de un vídeo en el que, luego de anunciar un cambio en su estrategia, se expusieran los objetivos electorales para 2022 del Comité del Paro. De la mano de expertos, desde la Revista ‘Debate Estratégico Siglo XXI - Asuntos Públicos & Corporativos' analizamos esta postura.
En una ola de críticas, respaldos y todo tipo de opiniones se convirtió el vídeo en el que el tesorero de la Federación Colombiana de Trabajadores de la Educación – FECODE, Nelson Alarcón instara a replantear la estrategia del Comité Nacional del Paro, con miras a obtener un rédito electoral para 2022.
La Revista
‘Debate Estratégico Siglo XXI - Asuntos Públicos & Corporativos’ hoy les
trae un compendio de opiniones de varios sociólogos, politólogos,
administradores públicos y docentes expertos en Asuntos Públicos, resolución de
conflictos y estrategias electorales, con el fin de prever lo que podrá causar
en los comicios de 2022.
Efectos sociales y jurídicos de la convocatoria de Paro Nacional
Efectos sociales del Paro en Colombia
El sociólogo
y magister en Educación de la Universidad de Antioquia de Medellín, Douglas
Hernández, quien se desempeña como corresponsal en Colombia de la revista
brasileña ‘Segurança & Defesa’
y la Revista Institucional de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos ‘Air
and Space Power Journal’,
dio su parte del panorama.
“Sobre
el panorama político, me parece que, gracias a las redes sociales, hoy en día
hay un mayor nivel de conciencia de masas y es posible una mayor agitación
política de quienes tienen razones para protestar, porque desde la virtualidad
se intercambian ideas y coordinan acciones desde cualquier parte del país”.
Hernández
sostuvo que el surgimiento de nuevos o espontáneos liderazgos, desde las bases,
para hacer frente a las diferentes situaciones que se van presentando en cada
región, van mutando y son importantes y de mayor impacto que las
representaciones sindicales y los intereses que se tejen en torno al Comité del
Paro.
“Respecto
de la infiltración de líderes opositores en las marchas u otros actores, habría
que aclarar que la protesta es un derecho y cualquier persona puede acudir a
esas marchas para expresar su desacuerdo con lo que sea que motive la
manifestación”, por lo que una acusación de esa índole “es casi delincuencial”.
Para
Hernández, acusar a un líder opositor de haberse ‘infiltrado’ en una marcha,
dándole a la expresión un matiz oportunista e incluso casi que delincuencial ‘es
traído de los cabellos’ y muy propio del ‘juego sucio’, común en Colombia.
En ese
sentido, el sociólogo sostuvo que “se trata de eliminar la posibilidad de que
el opositor político se torne en paladín de las masas inconformes, a pesar de
que por muchos años haya estado luchando por las mismas causas que ahora miles
de personas comparten”.
“Y
referente a los actos violentos, cometidos por algunas personas en el marco de
las protestas, usados por el Gobierno, sus voceros y la derecha, para
deslegitimar e intentar criminalizar la protesta social, llegan al punto de
calificar de terrorismo a las acciones adelantadas por algunos exaltados
durante las protestas”.
Hernández
sostuvo que “en ningún país democrático, quemar un bus o una oficina del Gobierno
en medio de disturbios, es considerado un acto terrorista”. Al contrario, señaló
que le parece más preocupante “ver a civiles armados disparando contra los
manifestantes, con el acompañamiento y aprobación de la Fuerza Pública”.
Sobre
este tema en particular, expuso que “eso sí que no se ve todos los días, ni es
frecuente en otros países democráticos”, por lo que indicó que “la problemática
nacional es tan compleja y el descontento tan elevado, que no va a ser fácil de
solucionar”.
“Para el
Gobierno, la derecha política y la élite económica” tres sectores que calificó
como “lo mismo”, Hernández indicó que “tendrá que solucionar este ‘enredo’ y hacer
importantes concesiones” y sostuvo que, desde el punto de la investigación
sociológica y política “es un tiempo de análisis muy interesante”.
Responsabilidades jurídicas sobre el Comité del Paro
El
politólogo de la Universidad de los Andes, exvicepresidente nacional del Polo Democrático Alternativo
y excandidato al Senado de la República por Cambio
Radical, Julio Mancera señaló que es importante destacar, en primera medida que
dicho comité no representa a todas las personas inconformes o protestantes en
Colombia.
“Ellos no
representan a los estudiantes, a la clase media o las más vulneradas, empresarios,
ni siquiera a todos los sindicatos, y en general, no representa a la Sociedad
Colombiana en su conjunto”, por lo que señala que “habría que revisar” la
legitimidad de las todas esas acciones.
“Los llamados
a Paro de un reducido grupo de sindicalistas y líderes políticos sumado a la
convocatoria y que se hacen llamar ‘líderes del Comité’, es clave para entender
si ese cambio de estrategia obedece a una estrategia político-electoral para
sus intereses y si debe tener efectos reales en Colombia”.
Mancera
indicó que parte de ese cambio estrategia ha sido levantar las marchas y
algunas protestas, por lo que los pocos bloqueos que aún persisten no han sido
convocados por el Comité, por lo que considera que ahora deben operar los efectos
jurídicos sobre esas acciones realizadas en Colombia.
“Al anunciar
que levantan los bloqueos, se podría percibir que reconocen de facto que han
sido sus convocantes, bloqueos que son ilegales a la luz de la Constitución y la
ley, así como del Derecho Internacional Humanitario, derivado de las muertes y el
desabastecimiento de alimentos ocasionadas desde los manifestantes”.
Mancera
cuestionó la directa correlación de las protestas con el derecho a la vida y
precisó que deben operar efectos de tipo jurídico y decisiones de fondo de parte
del Gobierno Nacional con respecto a la legitimidad de las protestas que han
agravado la crisis sanitaria y de seguridad alimentaria.
Efectos políticos y electorales de la nueva estrategia del Comité del Paro
Cambio de táctica del Paro y definiciones electorales para 2022
El
sociólogo de la Universidad Nacional de Colombia, Administrador Público y especialista en Gestión Pública de la Escuela
Superior de Administración Pública – ESAP, Diego Alejandro
Maldonado señaló que el efecto del vandalismo suscitado en el marco del Paro tiene
mucho que ver con el desgaste de la protesta pacífica.
“Esto es
natural en un País en el que nos acostumbramos, no sólo a los improperios,
atropellos e indignaciones, sino incluso también a la protesta, que en los últimos
años, sobre todo en la etapa tardía del ‘Uribismo’ no había servido para nada y
la ciudadanía se ha sentido indignada y estigmatizada”.
Maldonado
sostuvo que en estas protestas “hubo algo muy interesante” y es que se logró
que la presión ciudadana tumbara ministros, las reformas Tributaria y de Salud
“que no se había visto hace mucho tiempo, con una capacidad como la que en 2011
acabó con la reforma a la Ley 30”.
“Recordemos
que ese proyecto pretendía abrir las puertas para la privatización de la educación
y la universidad pública en Colombia, por lo que la presión ciudadana
organizada y pacífica logra grandes resultados contra las medidas que no se
considera que estén en pro del beneficio colectivo.
Sin
embargo, Maldonado sostuvo que el Paro se mantiene, entre otras cosas, por el
Comité Nacional, “que también está desconectado, que no representa a nadie” y
de otros actores que persisten en una lucha, “lo que lamentablemente genera
fuertes incidentes, dándole al Estado argumentos para que mantenga la opresión
militar”.
Resaltó
que el Estado mismo ha generado una política de represión muy fuerte que le impide
a los ciudadanos pensar en dar marcha atrás en sus pretensiones, por lo que la expresión
pacífica se ve truncada por las indignación ciudadana, que debe armarse de
herramientas “para defenderse de esos atropellos”.
“Todas
esas situaciones están generando un ambiente ‘muy caldeado’ para las elecciones
de 2022, una extrema derecha muy golpeada, con un Presidente que ha debilitado esa
corriente ideológica, pero que se alinea en los intereses económicos, y una
izquierda y un centro que se dividen por una diversidad atomizada de temas”.
Maldonado
instó a reflexionar en el hecho que desde antes de las elecciones a la Alcaldía
Mayor de Bogotá estábamos en época preelectoral, con precandidatos moviéndose
ideológica y mediáticamente a diario, en el marco de una ‘era portentosamente revolucionaria’, como diría el expresidente uruguayo Pepe Mujica, sin una conducción
consciente.
Responsabilidades del Gobierno Nacional y efectos del Paro en las Elecciones 2022
Respecto
de las posibilidades electorales del Comité Nacional del Paro, Juan Gabriel
Garzón, especialista en sociedad civil, máster en Intercultural Conflict
Managment de la Universidad Alice Salomón de Berlín, quien actualmente se desempeña como investigador,
docente, analista político y PeaceBuilder, indicó que ellos, zanjando las adversidades por podrían salir “bien
librados”.
“Este Gobierno
ya no tiene nada que perder, porque ya lo perdió todo: ya no tiene credibilidad
ni espacio político, su agenda en el Congreso se distancia cada vez más de lo
que quiere y las fuerzas que se le habían unido en una coalición hace 2 años están
generando una ruptura”.
Garzón, quien
sostuvo que el Gobierno que está haciendo varios cambios ministeriales para
terminar de cumplir las cuotas, parece que tiene la ‘estrategia’ de continuar
gobernando como lo ha venido haciendo, sin tener en cuenta lo que legítimamente
los ciudadanos han expuesto en el Marco del Paro Nacional.
“Por otro
lado, la oposición o en nuestro caso, la izquierda, sea cual sea su facción,
bien sea la izquierda ‘carnívora’ o la izquierda ‘vegetariana’ o los de
tendencia de centro izquierda que quieren mostrarse como un poco más ‘light’,
en su conjunto podrían salir bien librado de esta situación.
Expuso
que este efecto sobre el Comité dependerá de si logran montar una visión en la
que marquen diferencias entre protesta social, violencia y vandalismo, porque
al fin y al cabo, “para nadie es un secreto que en Colombia hay guerras
mediáticas, de rumores, investigaciones y desprestigio recíproco”.
Las
condiciones reales y posturas que se tomen en el trayecto que resta para las
elecciones al Congreso de la República y la Casa de Nariño en 2022 serán las determinen
el canal para desmarcarse de los focos de violencia, vandalismo, desatención y
otras realidades que incidirán sobe cualquier bando.
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REVISTA
DEBATE ESTRATÉGICO SIGLO XXI
Asuntos
Públicos & Corporativos
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