Redacción Innovación Científica y Tecnologías de Punta | Mayo 5 de 2021 – Desde el anuncio de la multinacional Airbus a mediados de 2019 de realizar prácticas de prueba de vuelos operados con inteligencia artificial y la respuesta de Boeing para realizar lo propio en el futuro de las operaciones comerciales, lo que parece una práctica moderna, de vanguardia y completamente segura que nos llevará de los aviones con piloto automático a los aviones sin piloto, son cada vez más las voces que aunque destacan el gran avance tecnológico, son enfáticos en señalar que es una muy ambiciosa apuesta que pondría en riesgo a los pasajeros, afectaría los empleos de miles de pilotos que día a día operan los vuelos comerciales, causaría efectos económicos muy fuertes sobre la operación aeronáutica y significaría cambios drásticos en las políticas aéreas.
Airbus A350 XWB de AirFrance. Fuente de Imagen: Airbus |
Además de alertar a los equipos tripulantes de las cabinas aéreas y a las aseguradoras el hecho que se diera a conocer a finales del año pasado que la empresa de fabricación de aeronaves Airbus ha realizado varias pruebas para la operación de vuelos sin piloto para su masificación en la industria aeronáutica, apoyados en el desarrollo de drones, la implementación de simuladores de inteligencia artificial y el apoyo remoto de ingenieros en tierra, lo cierto es que ya causa una gran controversia en los pasajeros de los vuelos comerciales el hecho de pensar que en un futuro el vuelo que tomen podría ser operado por un avión sin la presencia de pilotos en la cabina, lo que podría desencadenar en cambios drásticos en las políticas comerciales de los países en los que empiece a operar esta novedosa forma de surcar los cielos del planeta entero.
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La primera operación de prueba del Airbus A350 con esta modalidad ya genera expectativas y comentarios en todo el mundo. Y es que, en lugar de depender de un sistema de aterrizaje por instrumentos – ILS, la tecnología de equipo terrestre existente que utilizan actualmente las aeronaves de pasajeros en servicio en los aeropuertos de todo el mundo, esta modalidad de despegue automático se provocó con la tecnología de reconocimiento de imágenes instalada directamente en el avión.
Airbus A350 900 de Lufthansa. Fuente de Imagen: Airbus |
El despegue automático es un importante hito en el proyecto denominado Autonomous Taxi, Take-Off & Landing – 1 ATTOL del gigante corporativo Airbus, que fue lanzado en junio de 2018, y que se convierte en uno de los demostradores de vuelo tecnológicos que está probando la empresa fabricante para comprender el impacto de la autonomía en las aeronaves. Y aunque la misión no se trata de una autonomía como un objetivo en sí mismo, se trata es de explorar tecnologías autónomas conjuntas con otras innovaciones como materiales, electrificación y conectividad, para estudiar el potencial de estas tecnologías a la hora de abordar los desafíos industriales del futuro.
Primera operación anunciada
En un comunicado emitido a mediados de enero de 2020, Airbus señaló que realizó con éxito el primer despegue basado en visión totalmente automático utilizando un avión de prueba en el aeropuerto de Toulouse-Blagnac. La tripulación, compuesta por dos pilotos, dos ingenieros de pruebas de vuelo y un ingeniero de pruebas de vuelo, despegó inicialmente alrededor de las 10:15 a.m. del 18 de diciembre y realizó un total de 8 despegues durante un período de cuatro horas y media.
“La aeronave funcionó como se esperaba durante estas pruebas históricas. Mientras completamos la alineación en la pista, esperando la autorización del control de tráfico aéreo, activamos el piloto automático”, dijo el capitán del piloto de pruebas de Airbus, Yann Beaufils. “Movimos las palancas del acelerador a la posición de despegue y monitoreamos la aeronave. Comenzó a moverse y acelerar automáticamente manteniendo el eje de la pista, a la velocidad de rotación exacta ingresada en el sistema. El morro de la aeronave comenzó a elevarse automáticamente para tomar el valor de cabeceo de despegue esperado y unos segundos más tarde estábamos en el aire”, sostiene el comunicado.
Airbus A350 1000 XWB. Fuente de Imagen: Airbus |
El Airbus A350 1000 XWB, el más grande y de más alcance de los de este modelo, y uno de sus modelos estrella, fue cuidadosamente rastreado por ingenieros, se trasladó autónomamente hasta la cabecera de pista, dialogó con la torre de control, esperó su turno, despegó, hizo el vuelo completo, llevó a cabo la maniobra de aproximación al aeropuerto, aterrizó, se desplazó hasta la puerta asignada e incluso abrió las puertas sin necesidad de que nadie se lo indicara, lo que se convierte en un hito en la historia de la aviación.
La competencia que le supone Boeing
Hace exactamente un año se presentó Loyal Wingman, el nuevo avión de Boeing que vuela sin piloto y utiliza inteligencia artificial, que se constituye en la mayor inversión de Boeing en un avión no tripulado fuera de los Estados Unidos, que lo convierte en un hito no sólo para el gigante de la aviación, sino también para Australia, ya que se trata del primero en ser diseñado y fabricado en ese país en más de 50 años, según se aclara en un comunicado oficial de la empresa fabricante.
“Como el primero de los tres prototipos para el Programa de Desarrollo Avanzado Loyal Wingman de Australia, el avión también sirve como base para el Sistema de Equipo de Aviación de Boeing que se está desarrollando para el mercado de defensa global. Más de 35 miembros de la industria australiana están apoyando el trabajo. Con una demanda del mercado mundial de aviones no tripulados altamente capaces, pero extremadamente asequibles, Boeing aplicó la innovación de toda la compañía para lograr esos objetivos”, aclara el comunicado.
El avión fue diseñado utilizando un sistema de modelación digital de sus estructuras, sistemas, capacidades y requisitos de ciclo de vida completo; fabricado con la pieza de material compuesto por infusión de resina más grande de Boeing; y ensamblado utilizando procesos de fabricación avanzados y probados.
El “Milagro del Río Hudson” ¿una piedra en el zapato para la masificación de la inteligencia artificial aérea?
En 2019, al cumplirse una década de aquello que ha sido catalogado como un milagro maniobrado por un equipo de tribulación a bordo de una aeronave comercial, que aseguró la suerte del vuelo 1549 de US Airways y permitiera que todos los 155 pasajeros y la tripulación a bordo saliera ileso, luego de que el avión pilotado por el capitán Chesley Sullenberger y con el apoyo de su copiloto, Jeff Skiles, colisionara con una bandada de aves poco después de despegar de Nueva York y se viera forzado a aterrizar de emergencia en un tiempo que se estima que fue de tan sólo 6 minutos en el río Hudson.
Michael Sinnett, vicepresidente y director general de desarrollo de productos de Boeing Commercial Airplanes. Fuente de Imagen: Boeing |
Para Michael Sinnett, vicepresidente y director general de desarrollo de productos de Boeing Commercial Airplanes, un avión autónomo debe ser capaz de, en un caso similar, repetir el famoso “milagro del río Hudson”: “Si el avión autónomo no es capaz de lograr esta hazaña, entonces no podremos hacerlo”, sostuvo ante varios medios el alto ejecutivo.
Puntos clave de la discusión
En el desarrollo de esta nueva tecnología de punta, Airbus no descarta las funciones los pilotos de los aviones, que seguirán al frente del centro de las operaciones, pero que les permitirá a los tripulantes concentrarse en la gestión y las decisiones estratégicas de vuelo. El anuncio del gigante comercial, al que se le sumó Boeing, centra la discusión sobre el transporte considerado como el más rápido y seguro que existe en la actualidad en el mundo; y es que, aunque han acontecido lamentables catástrofes aéreas, lo cierto es que estadísticamente está demostrado que este es de los medios de transporte más seguros para los pasajeros en el mundo.
Loyal Wingman - Boeing Commercial Airplanes. Fuente de Imagen: Boeing |
En ese sentido, uno de los primeros temas a revisar es precisamente los accidentes aeronáuticos, si esta tecnología pudiera mitigar estas fallas producto de errores humanos o si por el contrario la toma de decisiones en tiempo real de parte de la tripulación son las que disminuyen los efectos que las operaciones de vuelo requieren ante maniobras por las condiciones climáticas adversas que sólo un ser humano podría realizar. Aunado al punto anterior de discusión, respecto de la toma de decisiones de la tripulación en un momento necesario, es el que requeriría cambiar los planes iniciales de un vuelo, por ejemplo, ante la necesidad de sobrevolar por más tiempo una zona a la espera de mejorar las condiciones de aterrizaje debido a las condiciones climáticas de la zona de llegada.
Por otro lado, se han realizado estudios, algunos de ellos que han demostrado que el uso extendido del piloto automático en algunas ocasiones es el causante del registro de accidentes aeronáuticos. Y si se trata del uso de las tecnologías de una manera más autónoma, otro punto a analizar es la supervisión remota, ante lo que varios analistas se preguntan sobre lo que podría llegar a pasar si varios aviones requirieran asistencia al tiempo por parte de los ingenieros y personal de control.
Asimismo, se deberán incluir puntos clave de análisis como, por ejemplo, cambios en la regulación de los países en los que operaría esta tecnología, la entrega de una adecuada y oportuna información a los pasajeros que podrían llegar a abordar vuelos con o sin piloto, es decir, saber si es operado de forma humana o con inteligencia artificial, y se deberán analizar detalladamente y de forma estricta posibles cambios en las cartas de navegación que se le registrarían a los aviones automáticos.
Además de lo anterior, hay quienes afirman que se deben analizar económicamente los efectos que esta tecnología podría traer sobre la industria, las modificaciones que traerían los pagos de nómina en las nuevas operaciones, la adquisición de esta nueva tecnología y, en otro plano pero no menos importante, los riesgos que podría traer esta tecnología para la seguridad de los pasajeros y si haría de estos vuelos más o menos susceptibles de provocar daños colaterales y/o identificar objetivos erróneos, como otros tipos de arma.
¿Entonces sí o no a su masificación?
Concorde. Fuente de Imagen: British Airways |
Como se ve, se tendrán que analizar cuidadosamente, además de los aspectos tecnológicos, que para algunos expertos debería aplicarse como complemento y no como sustituto, los sistemas relacionados con los protocolos de emergencias y contingencias, los riesgos que podrían representar ante actividades de terrorismo y el tránsito del piloto tradicional a esta nueva tecnología. Para otros, esto será algo que el futuro depara sin que puedan existir mayores impedimentos, porque el avance de las tecnologías de punta así lo están dictaminando, lo que además podría ir sustituyendo de forma progresiva a todos los cargos relacionados con la operación de los vuelos comerciales.
Por otro lado, están los analistas que ven un futuro más cercano y masivo de estas tecnologías para las operaciones militares y los vuelos de carga. Recordemos que discusiones de la misma magnitud se presentaron en el sector con la entrada en funcionamiento de la tecnología de los Concorde y su posterior salida del mercado. Sólo el tiempo dirá cómo se aplicará, se masificará y se mantendrá esta innovadora tecnología para el mundo de las operaciones aéreas.
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REVISTA DEBATE ESTRATÉGICO SIGLO XXI
Asuntos Públicos & Corporativos
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