Redacción Asuntos Públicos | Abril 21 de 2021 – El anuncio realizado el fin de semana anterior por los 12 clubes de fútbol más importantes del mundo de establecer una Superliga Europea causó una gran tormenta en los deportes y la política global, con la propuesta del torneo que provocó el rechazo de la FIFA, la UEFA, varias federaciones de fútbol del mundo y ligas e incluso primeros mandatarios del Continente Europeo. Este anuncio se suma a otro acontecimiento futbolístico que centró las miradas de mandatarios en otra parte del planeta, por cuenta de las declaraciones del presidente de Argentina, Alberto Fernández, quien pone en duda la participación del país gaucho por cuenta de la nueva ola del Coronavirus en ese país y que dejaría a Colombia sola en la realización del torneo, lo que además pone en alerta a nuestro País, debido a los miles de brasileros que podrían llegar a suelo cafetero, lo que podría acrecentar las muertes por cuenta de la variante del Covid-19 que está viviendo el vecino carioca.
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| Fuente de Imagen: Portal Depor |
Anuncio de la organización de la nueva Superliga Europea
Aunque pareciera que la propuesta de la organización de la Superliga Europea se estuviera cayendo a pedazos, porque la mitad de los equipos que en principio se estimaba reunirían este certamen, lo cierto es que la polémica continúa y la iniciativa no ha terminado del todo. La realización del torneo, con el argumento de resarcir los efectos económicos que les ha causado la pandemia del Covid-19, ha generado todo tipo de reacciones por parte de los entes reguladores del fútbol profesional en el planeta y que califican de “separatistas” los intentos de estos clubes de celebrar el certamen. Y aunque de la docena de equipos que se sumaron a la posibilidad de crear este torneo futbolístico, la mitad ya se ha retirado, lo c cierto es que el Milán, Arsenal, Atlético de Madrid, Chelsea, FC. Barcelona, Inter de Milán, Juventus, Liverpool, Manchester City, Manchester United, Real Madrid y Tottenham Hotspur fueron parte del centro de la polémica por la sola idea de haber aceptado la invitación a participar.
En un comunicado conjunto del fin de semana anterior, los organizadores del torneo sostenían que este debía iniciar “lo más pronto posible”, dejando la posibilidad de arrancar entre los meses de mayo y agosto próximos y de convertirse en una competencia anual que se dispute entre semana y que en esta primera edición planea dejarle por adelantado US$4.190 millones a los 15 clubes que se espera que compitan. “Durante años, los clubes fundadores han tenido como objetivo mejorar la calidad y la intensidad de las competiciones europeas existentes y, en particular, crear un torneo en el que los mejores clubes y jugadores puedan competir entre ellos de manera más frecuente”, sostiene el comunicado conjunto.
El anuncio generó reacciones en contra de varios mandatarios del Viejo Continente: el presidente de Francia, Emmanuel Macron, señaló que la organización del torneo se trata de una amenaza al principio de solidaridad y mérito deportivo y el primer ministro de Gran Bretaña, Boris Johnson, descalificó su organización y se mostró en total oposición a la realización del mismo, al tiempo que ningún equipo grande de Francia o Alemania ha accedido a aceptar la invitación a ser parte del evento deportivo.
Por su parte, el presidente de la UEFA, Aleksander Ceferin descalificó el torneo, señalando que la Liga de Campeones es abierta y la Superliga es una competición cerrada, por lo que la calificó de “vergonzosa y egoísta”. Sin embargo, los organizadores del torneo le salieron al paso a estas críticas y advierten que está pensada para disputarse entre 20 equipos, en el que los fundadores tendrán una presencia permanente y otros cinco clubes adicionales podrán acceder debido a sus méritos deportivos, y planean que el torneo tenga más partidos que la Champions League. La polémica continúa y, al parecer, será la FIFA la que decidirá el apoyo que le brinde al Torneo propuesto y la que decida las sanciones que le podría imponer a los equipos que se muestren “en desacato” al organizar el certamen.
¿Sede Compartida de la Copa América? Al parecer, Colombia se quedaría sola
En nuestro continente, el fútbol también causa polémicas. Argentina pone en duda su coparticipación con Colombia en la organización de la Copa América que iniciaría en junio próximo, debido a la nueva ola de contagios del Covid-19 y que tiene en vilo a Colombia frente a la posibilidad de compartir el torneo continental, que ya había perdido una batalla contra la pandemia el año pasado, ya que su realización original era en el 2020. El presidente gaucho, Alberto Fernández anunció nuevas medidas estrictas en el comercio y los centros educativos en territorio argentino por la cifra récord de contagios que está causando la emergencia sanitaria en ese país.
El anuncio de Fernández alertó a Colombia, ya que aunque hace un par de meses el ministro de Deporte colombiano, Ernesto Lucena, afirmara que nuestro país está listo para sortear los retos que conllevan la realización del certamen, y la Copa América se realizaría con todos los protocolos de bioseguridad pertinentes y los límites en el aforo para los partidos, y que señalara que el torneo “sigue en pie como está planteada desde el principio”, lo cierto es que la incertidumbre por el tema de asistencia de público, las alzas de los contagios por Covid-19 en Colombia y la masificación de la cepa brasilera en nuestro territorio, en principio parecían hacer tambalear una vez más la organización de la Copa América, y derivó en el anunció que el Torneo no tendrá presencia de público en nuestro País.
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